Las válvulas de bola para refrigerante se embalan cuidadosamente para garantizar un transporte seguro y fiable. Cada válvula se embala cuidadosamente en una bolsa de plástico estándar de exportación para proporcionar una primera capa de protección. Posteriormente, se colocan en una caja interior resistente diseñada para protegerlas de posibles daños durante la manipulación y el transporte. Finalmente, la caja interior se coloca en un cartón resistente, lo que proporciona una capa adicional de protección y garantiza que la válvula llegue a su destino en óptimas condiciones. Nuestro meticuloso proceso de embalaje demuestra nuestro compromiso de ofrecer a nuestros clientes productos de alta calidad, manteniendo la integridad de la válvula de bola para refrigerante durante todo el envío.